En los últimos años las miras del viajero más experimentado se han ensanchado y en esa nueva visión hay tres ciudades que se han convertido en imprescindibles. Samarcanda, Bukhara y Jiva, tres nombres de leyenda que ubican a Uzbekistán como destino preferente de quienes disfrutan de las culturas mestizas, erosionadas por el camino, curtidas en el comercio y el intercambio de ideas: hoy te contamos qué visitar en Samarcanda.

Se trata de tres de los enclaves más bellos de los muchos por los que transcurre la Ruta de la Seda, uno de los viajes más sorprendente que puedas realizar, cuyas bellezas Rutas 10 fue pionera en ensalzar. Pero no hace falta recorrer la mítica vía comercial para disfrutar de estos tres escenarios de las Mil y una noches, Uzbekistán es hoy un destino amable y cercano con el viajero, que conviene visitar lo antes posible.

La plaza del Registán es un espectáculo visual frente al que resulta difícil no responder con emoción.

Qué visitar en Samarcanda

Samarkanda (en otra grafía común de ver) es sin duda el nombre más evocador del trío de ciudades, si bien quizá no el favorito una vez visitado. Sobre ella se dice que es una de las ciudades habitadas de forma ininterrumpida durante más tiempo de la tierra, de hecho la visita al sitio arqueológico de Afrasiab es uno de sus atractivos. Datada en el siglo VII a C, se considera este asentamiento como el antecesor de La ciudad azul del desierto, epíteto que oirás a los pocos minutos de llegar a Samarcanda. Además de esta visita, te recomendamos otros imprescindibles para disfrutar de esta maravilla:

Plaza del Registán

La razón que encumbra Samarcanda como uno de los mayores destinos turísticos del mundo. La belleza de la plaza de la Arena sigue concentrando gran parte de la vida del casco histórico de la ciudad bajo la presencia de sus tres madrasas o escuelas coránicas, lo que la convierte en única. Este enclave deslumbra hoy con su azulejado azul y las verdosas cúpulas como lo hizo durante siglos a las caravanas que unían el Mediterráneo con China.

Mausoleo de Gur-e Amir

El enterramiento del rey Tamerlán es la otra justificación para visitar la ciudad. Este edificio marcó tendencia en la gran arquitectura funeraria del centro de Asia e India, deslumbrando tanto por fuera como por dentro, donde no se escatimó en la decoración en oro.

Mezquita Bibi Khanum

Otro imprescindible de este qué visitar en Samarcanda. De ella se dice que es la mezquita de mayores dimensiones construida en el siglo XIV. Sorprende tanto por su belleza por fuera como por dentro, pero también por sus dimensiones: cubre una extensión similar a la de un campo de fútbol y sus cúpulas llegan a medir hasta 40 metros de altura.

Aunque situado a las afueras de Samarcanda, no hay excusa que valga para no visitar el complejo de Shah-i-Zinda.

Shah-i-Zinda

Se trata de una necrópolis de la dinastía turco-mongol timúrida que no se puede dejar de visitar. Es una lástima porque muchos trotamundos abandonan Samarcanda sin acercarse a este complejo funerario muy bien cuidado donde admirar la arquitectura de esta región del mundo en su estado más original. Si no dispones de mucho tiempo, paga el trayecto en un vehículo privado hasta el recinto, no te vas a arrepentir.

Samarcanda es una de las paradas más emblemáticas de la Ruta de Seda y, hoy como ayer, comprar y perderse por sus zocos y mercados continúa siendo uno de sus mayores atractivos.

Mercado central de Siab

Imposible no caer atrapado por su colorido. Muy cerca de la mezquita Bibi Khanum es una delicia recorrer este mercado tradicional donde entre la mercancía especialmente expuesta para atraer al turista se pueden encontrar compras interesantes, no en vano estamos en la Ruta de la Seda.

Pero la magia de Uzbekistán no ha hecho sino empezar en Samarcanda. El viajero no puede dejar de visitar Bukhara y Jiva para completar este trío de ciudades de leyenda protagonistas de la Ruta de la Seda. Si quieres completar la información sobre qué visitar en Samarcanda, no dejes de curiosear por nuestro blog.

Fotos: Rutas 10