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Qué ver en la Carretera Circular de Islandia

23 septiembre, 2025

Son los 1.322 kilómetros que reúnen muchos de los atractivos de un país de fuego y hielo: te contamos qué ver en la Carretera Circular de Islandia. La Ring Road es una de las vías panorámicas más bellas e interesantes del mundo, pero sobre todo el camino para adentrarse en la cultura y la naturaleza surrealista de un país nacido para ser único.

Qué es la ‘Ring Road’ de Islandia

Su nombre oficial es ‘Ruta 1’. Como ya habrás imaginado, el sobrenombre de Carretera Circular o Ring Road le viene por dar la vuelta a una buena parte de la isla de Islandia.

Aunque se puede visitar en menos días, lo recomendable es dedicar un mínimo de siete a su recorrido. Es importante saber que no es necesario disponer de un vehículo 4×4, si bien es recomendable, sobre todo para tener acceso a las carreteras con denominación F, a las que solo pueden acceder este tipo de vehículos.

Y recuerda, aquí el clima es un dios que marca el destino de los islandeses, o lo que es lo mismo, durante el viaje asegúrate de conocer las condiciones meteorológicas. El medio más seguro para hacerlo es la web de Safe Travel del propio gobierno de Islandia.

La Carretera Circular es la principal vía de comunicación islandesa por lo que es transitable durante todo el año. Entre los meses de octubre a marzo, el clima puede ofrecer más sobresaltos, pero ten en cuenta que aquí las condiciones atmosféricas pueden cambiar en minutos, y las rachas de viento, sorprender en cualquier momento.

Y si quieres disfrutar con el máximo relax del viaje, la mejor opción es contratar un recorrido organizado y dejarse llevar por los guías más expertos, como los que trabajan para Rutas 10. Una vía para que la única preocupación sea qué llevar en la maleta a Islandia.  

Foto: MonicaVolpin en Pixabay.

Consejos para conducir por la ‘Ring Road’

En Islandia se conduce por el lado derecho, como en España. Te contamos algunas de las normas básicas para disfrutar del recorrido con seguridad y respetando las normas del país, y si quieres profundizar, busca más consejos para viajar a Islandia en este mismo blog.

  • Velocidad: 90 km/h en carreteras asfaltadas, 80 km/h en grava y 50 km/h en zonas urbanas. Y si no cumples, te expones a sufrir las exigentes penalizaciones de las multas del país.
  • Luces: hay que llevarlas encendidas en todo momento.
  • Prohibido: parar en los arcenes, conducir fuera de las carreteras y en las vías con el indicativo F si no se cuenta con un vehículo tipo 4×4.
  • Peajes: no existen en todo el país con la única excepción del túnel submarino de Hvalfjarðargöng, que une Mosfellsbær y Akranes, atravesando el fiordo Hvalfjörður. Es la vía más rápida para ir al norte desde Reikiavik.
  • Combustible: procura no apurar el depósito.

Qué ver en la Carretera Circular de Islandia

Para organizar el viaje te proponemos diferenciar entre varios recorridos por regiones. Ten en cuenta que, aunque forman parte de un todo, cada uno tiene su peculiaridad. 

Desde Reikiavik hacia el sureste

Tomando como punto de partida la capital de Islandia, donde muy probablemente te hospedes, la recomendación es empezar por explorar la región del sur. Te esperan impresionantes cascadas, la arena negra de las playas islandesas, misteriosos glaciares y pequeñas localidades donde descansar disfrutando de la hospitalidad islandesa. Al final de este apartado introducimos un consejo que no puedes dejar de valorar: la visita al Círculo Dorado (sin duda uno de los desvíos más interesantes y al lado de Reikiavik).

Foto: Cascada de Skógafoss de Wirestock en Freepik

Cascadas de Seljalandsfoss y de Skógafoss

Así es Islandia, el viaje empieza con un plato fuerte. La cascada de Seljalandsfoss, que se ve desde la carretera, es conocida por ser transitable por detrás de la cortina de agua. Pero no enloquezcas aquí, que hay mucho camino por andar. De hecho aguarda una segunda cascada, la de Skógafoss, aún más grande y que en ocasiones premia al viajero con un fotogénico arcoíris.

Playa de Arena Negra de Reynisfjara

Es el icono de las playas negras, fruto de la arena volcánica. No dejes de disfrutar de las formaciones de basalto de Gardar y los imponentes farallones rocosos de Reynisdrangar, que parecen una construcción brutalista ideada por la naturaleza.

Pueblo de Vík í Mýrdal

Es la localidad más meridional de la isla y el sur, ¡cómo no!, nunca decepciona, aunque su tamaño no da para muchas sorpresas. Sin embargo, ofrece buenos servicios al viajero, lo que la convierte en una buena base de operaciones para explorar la zona. Puedes visitar su iglesia de techo rojizo o, en las cercanías, el avión abandonado de Solheimasandur, cuyos restos de un avión estadounidense estrellado durante la Guerra Fría se han convertido en un extraño hito turístico.

Foto: Adriankirby en Pixabay.

Laguna glaciar de Jökulsárlón y Diamond Beach

Ya hacia el norte, a unas dos horas conduciendo, se llega a uno de esos paisajes surrealistas que mencionamos al inicio del artículo. En la laguna glaciar de Jökulsárlón y la Diamond Beach hay que contratar alguna de las embarcaciones que se acercan a los icebergs que flotan como inmensos diamantes. También es posible ver focas y, solo en invierno, las perseguidas auroras boreales. Si dispones de tiempo puedes acercarte al Parque Nacional de Skaftafell y ver la cascada Svartifoss.

Parque Nacional Vatnajökull

Un espectáculo inolvidable en el centro sur de la isla. Aquí se ubica el glaciar más grande de Europa, visible en algunas de sus lenguas desde la propia Ring Road. La visita es obligada y además muy instructiva, los guías hablarán sobre la fragilidad de este entorno frente al cambio climático. Un atractivo para los viajeros más audaces son las excursiones a las cuevas de hielo. 

Consejo: visita El Círculo Dorado

Aunque técnicamente no forma parte de la Ring Road, es uno de esos desvíos que hay que valorar en el programa sobre qué ver en la Carretera Circular de Islandia. No serás el único, ya que esta visita es muy popular por su cercanía a Reikiavik. Si te decides, visitarás:

  • Parque Nacional de Thingvellir. De especial interés en la historia islandesa, aquí es donde se fundó su primer parlamento. Pero además ofrece un emplazamiento singular:  la separación de las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia.
  • Área geotérmica de Geysir. Popular en el mundo por el géiser Strokkur, que según indica Wikipedia “erupciona en promedio de cuatro a ocho minutos, con una altura media de 15 a 20 metros, llegando a veces a los 40 metros”. Vamos que el fotón está asegurado.
  • Cascada de Gullfoss. Una de las cascadas más poderosas y bellas de Islandia, con un impresionante salto de agua en dos niveles.

Región del este

Continuando por este recorrido contrario a las agujas del reloj por la Ring Road, a medida que avanzas desde el volante verás cómo el paisaje se vuelve más montañoso, con fiordos escarpados y los atractivos pueblos de pescadores.

Fiordos del Este (Eastfjords)

Esta franja costera se extiende durante unos 120 kilómetros, del sur hacia el norte, entre Berufjordur y Borgarfjordur Eystri. Es una de las zonas menos habitadas del país, pero ofrece un gran regalo al conducir: las vistas espectaculares de los fiordos, las montañas y los pequeños pueblos. Se trata de una zona menos concurrida por el turista, tú decides si quieres perderte unos días o simplemente disfrutarla al volante.

Foto: Camino de Egilsstaðir, foto de Jonathan en Flickr.

Egilsstaðirz

Estamos en la capital este de Islandia y, sin duda, el mejor enclave para explorar la región. Por supuesto, ofrece todo tipo de servicios, entre ellos un museo que explica el modelo de vida en Islandia y atractivos cercanos como el mayor bosque del país (Hallormsstadarskogur).

Lago Lagarfljót

Este lago serpenteante es el homólogo al Ness en Escocia, convirtiéndose en uno de los imprescindibles que ver en la Carretera Circular de Islandia, en especial si eres un  ‘cazador’ de monstruos. En este caso, hay que avistar entre sus aguas una especie de gusano gigante.

Región del norte

La Ring Road llega a la zona norte de Islandia, donde los amantes de los hitos geotérmicos de la isla disfrutarán de muchos de ellos. Esta región es conocida por la fuerte actividad energética del subsuelo, sus paisajes lunares y la encantadora Akureyri.

Lago Mývatn y sus alrededores

Avisamos, nos adentramos en una de las zonas volcánicas del país, eso sí, no hay que tener ningún temor porque los islandeses son maestros en la ciencia de la vulcanología. Ya en serio, el lago Mývatn y la zona circundante son el paraíso para los amantes de los paisajes tras la erupción y de los mejores trekkings. Pero también de las aves, ya que es cruce en las rutas de muchas especies. Y podemos añadir más perfiles viajeros, los amantes de las fotos tienen aseguradas en estas tierras un increíble álbum.

Dimmuborgir

Los islandeses dicen que aquí se une la tierra y el infierno, también que en estos paisajes es fácil ver a los amados duendes y gnomos, unos seres muy respetados en todo el país, y no es broma. Pero a Dimmuborgirs se viene a disfrutar del campo de lava y las caprichosas formas que construyen, de nombre también muy sugerente: “los castillos oscuros”. Una zona muy apreciada por su oferta de caminatas.

Foto: Conzalez en Pixabay.

Área geotérmica de Hverir

Uno de los mejores ejemplos de la variedad y singularidad de los paisajes islandeses. Hverir huele a azufre, fruto de los burbujeantes pozos de lodo y fumarolas de vapor que se pueden ver a lo largo de varios kilómetros. Un paseo para sentirse como en otro mundo en el que nunca hay que desviarse de los caminos indicados.

El cráter de Skútustaðagígar

En el extremo meridional del lago Mývatn podemos ver las formas geológicas más peculiares de Islandia. Se trata de una serie de pseudocráteres que, pese a su apariencia volcánica, tienen su origen en las explosiones de agua en ebullición. Hay varios senderos para recorrer los más interesantes en una parada auténtica e interesante que, en ocasiones, es posible vivir en soledad.

Cascada de Dettifoss

En el Parque Nacional Jökulsárgljúfur se encuentra este salto de agua sobre el que se dice que es el más poderoso de Europa. Dettifos luce hechuras de gigante: unos 100 metros de ancho y una caída de 4,4 metros. Para acceder a la cascada hay que caminar, lo que también permite disfrutar del singular paisaje de esta región de Islandia.

Foto: ArvidO en Pixabay.

Akureyri

La capital del norte es uno de los imprescindibles que ver en Islandia. Se trata de la segunda ciudad por número de habitantes, y pese a sus solo 20.000 vecinos, atrapa por su vida cultural, lo animado de sus calles y un ambiente relajado que invita a olvidarse del mundo. La pequeña ciudad se organiza en torno a un fiordo y ofrece espacios singulares como las casas de césped de Laufás, un agradable jardín botánico y la peculiar iglesia de Akureyri, icono de la ciudad.

Región del oeste

La isla de hielo y fuego es uno de los destinos de moda en el mundo, pero aún ofrece zonas ajenas al bullicio turístico. Muchas de ellas se concentran en la zona oeste de la Carretera Circular, donde se ofrece una mezcla de historia, volcanes y formaciones de lava.

Cascadas Hraunfossar y Barnafoss

De la cascada de lava a la cascada de los niños. Hraunfossar, que significa «cascadas de lava», no es un torrente de agua, es una serie de miles de pequeños riachuelos que emergen de la lava porosa del campo volcánico de Hallmundarhraun. A pocos pasos se encuentra Barnafoss, la cascada de los niños, que es todo lo contrario: en lugar de un flujo suave, es un torrente estrecho y poderoso que se precipita con furia por un desfiladero rocoso.

Borgarnes

Un pueblo donde hacer un alto en el camino ubicado en la salida de un fiordo. Puede que su singular emplazamiento le convirtiera en una de las poblaciones históricas de la isla, si bien su desarrollo tuvo que esperar al siglo XIX. Al margen de su espectacular geografía, Borgarnes es un lugar agradable y parada estratégica en la visita de la región oeste de Islandia.

Foto: Wirestock en Freepick

Consejo: toma el desvió a Península de Snaefellsnes

Vaya por delante que, si debes elegir entre uno de los dos desvíos propuestos, opta por el de la Ring Road. Pero la península de Snaefellsnes es conocida como la “Islandia en miniatura” por reunir en pocos kilómetros muchos de sus encantos, lo que la convierte en una parada más que interesante.

  • Volcán-glaciar Snæfellsjökull. En el extremo oeste de la península, técnicamente es un estravolcán que se encuentra dentro de un parque natural. Parte de su fama la debe a la imaginación de Julio Verne, ya que en una de sus novelas más célebres, el Snæfellsjökull era la entrada al centro de la tierra.
  • Montaña Kirkjufell. Uno de los escenarios de la serie Juego de Tronos, si bien ya antes era uno de los iconos fotográficos de Islandia por lucir una forma cónica casi perfecta que recuerda al campanario de una iglesia, de ahí su sobrenombre: “Montaña Iglesia”. 

Y nuestro recorrido por la Carrete Circular concluye en la bahía de Faxaflói. Llegamos a Reikiavik, una ciudad que ahora que conoces la isla podrás disfrutar doblemente. Para conocer más curiosidades sobre Islandia, sigue leyendo.

Foto apertura: Rory Hennessey en Unsplash.

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