Existe un lugar donde se levantan catedrales de pescado, el cielo se cubre de colores púrpuras en las noches de invierno y los acantilados de granito negro se lanzan al mar. El Blog de Rutas 10 viaja al archipiélago del norte de Noruega para convertir un viaje en una aventura inolvidable, te contamos qué ver en las islas Lofoten.
Con 24.500 habitantes mayoritariamente repartidos por las ocho principales de las cerca de 2.000 que componen el archipiélago de las Lofoten, es uno de los lugares de naturaleza más asombrosa y salvaje a los que se pueda viajar en Europa. Es habitual conocerlas visitando otras zonas de la península nórdica pero Lofoten no necesita ningún complemento para convertirse en un viaje único.
¿Cómo llegar a las islas Lofoten?
Para los amantes de las marcas viajeras, uno de los atractivos de la visita a Lofoten es cruzar el Círculo Polar Ártico. El archipiélago cuenta con tres pequeñísimos aeropuertos –Svolvaer-Helle, Leknes y Røstr– si bien la inmensa mayoría de los vuelos conecta con la próxima ciudad de Bodø.
Aunque el vuelo en las pequeñas naves y a baja altura es un excelente preámbulo del espectáculo natural que aguarda, quizá sea más interesante llegar al destino por carretera. De hecho se hace por la E-10 una de las 18 Norewegian Scenic Routes, o lo que es lo mismo que ofrece el aliciente de conducir por 230 de los kilómetros más bellos del país. El último tramo construido en 2007 y conocido como Lofast conectó definitivamente el archipiélago por tierra con el continente. En cualquier caso las mayores islas de Lofoten ya están conectadas entre sí por puentes o túneles submarinos bajo los fiordos.
Pero no hay que olvidar el completo sistema de ferris que ofrece. Desde Bodø se conecta por vía marítima con Moskenes, y Svolvær con Skutvik en la isla de Hamarøy, lugar conectado por carretera con la ruta europea E06. En el caso de no alquilar un vehículo, el autobús que conecta los principales puntos de la isla se convierte en imprescindible.
¿Cuándo viajar a Lofoten?
Depende del objetivo principal del viaje, ya que muchos lo hacen para disfrutar de su oferta de deportes como senderismo, esquí, rafting marino, pesca o submarinismo. Lo importante es saber que su temperatura es soportable para el viajero no acostumbrado a los rigores del bajo cero gracias a la cálida corriente del Golfo, más suave incluso en invierno que otras partes en la misma latitud. El otro dato importante para elegir en qué estación visitarlo es que de finales de mayo a mitad de julio puedes experimentar el sol de medianoche, mientras que las auroras boreales se pueden ver desde septiembre a mediados de abril.
Qué lugares hay que visitar en Lofoten
Estamos en un archipiélago básicamente marinero, durante meses es posible ver en muchas de sus localidades las llamadas catedrales del pescado, estructuras de madera y cuerda sobre las que se seca cientos de pescado, sobre todo el bacalao, creando un paisaje de inusual magia.
En los últimos años la economía de la pesca rivaliza con la industria turística que pese a estar en auge lo hace bajo unos estrictos estándares de sostenibilidad. La naturaleza y sus recoletas y bien conservadas poblaciones son aquí el gran reclamo. Se trata también de un turismo activo con una oferta infinita de deportes, paseos en trineo, caballo o en bicicleta y el aliciente de ver la aurora boreal. Existen aplicaciones de móvil que informan sobre dónde y a qué hora verlas, pero la recomendación es preguntar a alguno de los vecinos, que estará encantado de informar del mejor belvedere del pueblo.
La vikinga es la otra seña de identidad de estas tierras de naturaleza deslumbrante a escasos metros de cada una de sus pequeñas e ideales localidades. Hacemos un repaso por las más interesantes, en su mayoría en el trazado de la mencionada E10, verdadera columna vertebral de este paraíso.
Svolvaer
Es la capital y ciudad principal del archipiélago, por lo que es el mejor lugar para realizar compras y disfrutar de su variada oferta gastronómica. No hay que olvidar que estamos en un pueblo marinero donde el salmón, el arenque y sobre todo el skrei se ofrece en innumerables recetas difíciles de probar en otras regiones de Noruega. Por si lo desconoces, el skrei es un bacalao al que el efectivo marketing nórdico ha proclamado como el más exquisito del mundo. La razón para su reinado es su musculada carne, tonificada en el viaje del bacalao desde Rusia hasta estas costas. Otro de los atractivos de la ciudad es el acenso al monte Svolvaergeita (cabra de Svolcaer) para disfrutar de sus bellas vistas o conocer el popular fiordo del Troll.
Kabelvag
A tan solo unos 5 kilómetros de la capital, es una animada localidad cuya vida sigue girando en torno a su puerto pesquero. Cuenta con el primer templo de la zona, la iglesia Vågan de 1103. Esta gran construcción en madera, la segunda más grande de toda Noruega, es conocida como la catedral de Lofoten. El otro punto de interés es el interesante Museo de Lofoten.
Henningsvaer
A esta encantadora localidad le ha caído el inefable sambenito de ser la Venecia del norte. Evidentemente responde a su entramado formado por pequeñas islas que le han convertido en el pueblo de moda en torno a su puerto.
Borg
El Museo Vikingo Lofort ha convertido en obligada la parada en esta ciudad, y la visita está más que justificada incluso para quienes no tienen los museos entre sus preferencias viajeras. Construido sobre el descubrimiento arqueológico de la mayor casa comunal vikinga de la época, el edificio de 83 metros de largo ha sido reconstruido como un museo viviente, donde es posible disfrutar incluso de auténticas comidas vikingas. De especial interés si se viaja con niños, este museo es uno de los tres más visitados en todo el país.
Nusfjord
Una vez más estamos en una encantadora aldea pesquera. En esta ocasión el bonito y bien conservado caserío original de los siglos XIX y principios del XX es el principal atractivo de la visita a esta localidad habitada desde el 425 antes de Cristo. Muchos de los aficionados a la pesca eligen esta localidad, donde como en otras de las Lofoten es posible pasar la noche en las antiguas casas de pescadores, eso sí con un nivel de confort que ellos nunca tuvieron.
Fredvang
Un buen lugar para observar aves durante los períodos de migración. Y en cualquier época del año ofrece uno de los mejores entornos para el trekking avanzado entre islotes y playas blancas, porque no hay que olvidar que Lofoten tiene alguna de las playas más bellas del hemisferio norte.
Reine
Situada al sur en un fiordo, es sin duda la joya de la corona. Este pequeño pueblo es de una belleza difícil de describir, sin rival en el archipiélago y quizá en todo el país. La imagen responde a todo el encanto de una aldea de pescadores al abrigo de la cordillera montañosa con la imponente cima del Reinebringem, una imagen que se capta desde el vecino pueblo de Å. El ascenso al pico es también más que recomendable, ¡si se está en forma!
Fotos: Rutas 10 (Pixabay imagen aurora boreal)