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25 imprescindibles de Irán

30 enero, 2023

Una inmersión viajera en uno de los primeros y más influyentes imperios del mundo. Es fácil caer deslumbrado ante la belleza de Irán, también reflexionar e incluso indignarse por su compleja realidad. Obviando en este artículo su problemática, no es fácil decidir qué visitar en Irán entre un patrimonio que supera el millón de monumentos. Destacamos los 25 imprescindibles de Irán: tú decides.

“Coraje es lo que se necesita para levantarse y hablar; coraje es también lo que se necesita para sentarse y escuchar”, dejó dicho el inefable Winston Churchill. Viajar es un acto de libertad individual y también de compromiso con el destino. Una decisión en la que se sopesan muchos pros y contras, siempre legítima, cuando se hace desde la responsabilidad y el respeto.

Si tu decisión es actuar pisando el escenario, estos imprescindibles que visitar en Irán te cargarán de razones. Descubrimos 25 lugares que convierten el viaje a la milenaria Persia en un destino que nunca defrauda.

Una identidad a prueba de todo

Irán propone un viaje a una de las zonas pobladas en tiempos más remotos. Un enclave estratégico nexo entre tres continentes donde se identifica una de las cunas de la civilización. Y de la escritura, de la que hay evidencias datadas en el arranque del III milenio en la desaparecida ciudad de Susa.

Su fuerte identidad alcanza una de sus cimas con Ciro el Grande (559 – 530 a. C.), sus dominios se extendieron como nunca antes lo había hecho otra civilización. Grecia, Egipto, Turquía o Uzbekistán entre otras muchas tierras entraron en contacto con una cultura altamente organizada. Pero el esplendor del Imperio Persa llegaría a su culmen con el reinado de Darío I (522 -486 a. C.) hasta que Alejandro Magno (356 – 323 a. C.) lo incorporó al imperio macedonio.

El actual Irán es fruto de ese choque en el cruce de caminos. Romanos y chinos, musulmanes árabes y turcos o rusos y británicos, todos pasaron por aquí creando un crisol de influencias que los persas siempre supieron hacer suyo.

El recorrido por el país permite hoy indagar en esta fascinante historia, dura hasta nuestros días, pero de raro magnetismo. El viaje a Irán siempre pasa a ser uno de los más intensos de la mochila de cualquier trotamundos.

Qué ver en Irán

Hacemos un recorrido por las principales atracciones de este país con casi 87 millones de habitantes y una extensión que le ubica como el 18º más grande del mundo. Descubre los 25 imprescindibles de Irán.

Qué ver en Teherán

Sus 8,5 millones de habitantes la convierten en una de las urbes islámicas más importantes del mundo. Es la puerta de entrada más habitual para el viajero. Un buen primer acercamiento se puede hacer desde el aire, montándose en el funicular del Monte Tochal. Cuenta con siete estaciones, algunas con mucha oferta gastronómica y de ocio, y permite contemplar este monte de casi 4.000 metros de altura y toda la ciudad.

  • Palacio Golestan. Enorme complejo arquitectónico patrimonio de la Unesco, fue residencia real durante la dinastía Kajar y empezó a construirse en el siglo XVI. Probablemente el tiempo, más bien su falta, obligue a elegir qué edificios conocer. Entre sus imprescindibles se encuentran la sala del trono de mármol (Iwan Takht-e marmar), la sorprendente sala de los espejos, el Palacio de las Torres de Viento (Emarat- Badgir) y el Museo Real (Talar-e Salam).
  • El palacio de Sa’d Âbâd. Entre los muchos existentes, este palacio residencia de la familia Pahlavi merece la pena ser conocido por su extraordinario jardín.
  • Museo Nacional de Irán (Muzeh Iran Bastan). Se trata de un museo arqueológico de obligada visita con bellos ejemplos artísticos de todas las civilizaciones de la compleja historia iraní.
  • Torre Azadi. Esta torre de 45 metros representa la modernización de Irán y es una de sus imágenes más icónicas desde su inauguración en 1971.
  • El Gran Bazar. Aunque no ofrece la antigüedad de otros bazares emblemáticos, regala un kilométrico recorrido de galerías siempre animadas. Imprescindible.
  • Torre Milad. Los 435 metros con que culminó su construcción en 2007 la convierten en la sexta más alta del mundo. Su silueta preside Teherán casi desde cualquier rincón.

Qué ver en Shiraz

Cómo resistirse a conocer la ciudad de la poesía, las rosas y las luciérnagas. Si todavía no has caído rendido a sus encantos, te contamos que da nombre a la popular uva tinta (syrah), lo que no deja de ser una ironía en la actual realidad del país.

Con más de 2.500 años de historia, fue capital de Persia entre 1750 y 1794. Se ubica al suroeste del país y sirve de base logística para conocer Persépolis y Pasargada. Pero Shiraz en sí misma forma parte de los platos fuertes que visitar en Irán, una ciudad erudita y artística.

  • Ciudadela de Shiraz (Arg-e Karim Khan). Esta fortaleza de ladrillo y piedra con cuatro torres en los extremos, una de ellas inclinada, es la foto más universal de la ciudad.
  1. Mezquita Rosa (Nasir al-Molk). Los azulejos de este color del techo crean un espacio mágico difícil de describir.
  2. Bazar y mezquita de Vakil. En el centro de este pequeño bazar hay un antiguo y encantador caravanserai de mercaderes. No olvides disfrutar de los deliciosos pistachos de sus puestos.
  3. Ciudad de los poetas. Dos de los principales poetas iraníes tienen sus tumbas aquí –Hafez y Saadi–, recibiendo millones de visitas al año de iraníes, en especial la del primer bardo citado.
  4. Mausoleos. Entre ellos los de Meydan-e Ahmadi; el emir Alí y el de los Shah, Cheragh (del siglo XIV) y Shoja.

Persépolis y Pasagara

Y desde Shiraz se visitan dos de los imprescindibles de Irán, dos inolvidables parques arqueológicos:

  • Persépolis. Construida en el siglo VI a. C. fue capital de los Aqueménidas hasta la conquista de Alejandro Magno. Hoy resulta sobrecogedor visitar esta urbe impulsada por Darío I en medio de una inmensa llanura. A una hora en coche desde Shiraz (unos 60 km) esperan su complejo palacial, la Puerta de las Naciones o la impresionante sala de audiencias.
  • Pasargada. Este yacimiento persa se ubica a unos 135 kilómetros de Shiraz y es igualmente Patrimonio de la Humanidad. Los restos arqueológicos excavados ocupan casi dos kilómetros cuadrados, con una diversidad de edificios. Entre ellos, destacan el mausoleo de Ciro, los restos de dos palacios y algunos jardines.

Qué ver en Yazd

Conocida como la ciudad zoroastriana, la antigua religión persa, miles de años después compite en belleza con Isfahán y Shiraz. También conocida como Yezd o Yadz, formó parte de la Ruta de la Seda y por sus calles se pasearon personajes como Marco Polo o Gengis Khan. Aquí puedes visitar:

  • Plaza de Amir Chakhmaq. Deslumbrante enclave arquitectónico en el que destacan la mezquita del mismo nombre, el caravasar y unos baños. También se ubica el Museo del Aguda, dedicado a la ciudad.
  • Mezquita Amir Chakhmaq. Quizás, la más fotografiada por la armoniosa disposición en tres niveles con dos grandes minaretes que la culminan en el centro. No dejes de disfrutarla con su iluminación nocturna.
  • La Mezquita del Viernes o Mezquita de Jame. Levantada en el siglo XII, es una obra maestra del dominio que del mosaico hacen en estas tierras. Sus minaretes son de los más altos de Irán.
  • Templo de Fuego de Yazd Atash Behram. Los seguidores de la religión zoroástrica rinden culto al fuego. Esta construcción de 1934 se emplaza en una anterior, que custodia un fuego que, según la tradición, sigue vivo desde el 470 a. C.
  • La ciudad de las Torres de Viento. Al margen de sus construcciones más emblemáticas, Yazd enamora por su bella arquitectura en adobe, que da a la ciudad su singular apariencia. Destacan también las llamadas torres de viento, original sistema para aprovechar las diferencias de presión del aire y crear un sistema de refrigeración en las viviendas, en la ciudad se competía por ver quién levantaba la más alta y vistosa.

Qué ver en Meybod

A unos 50 kilómetros de Yazd, se encuentra Meybod, origen de la dinastía mozaffari con un rico patrimonio. Al margen del castillo, hay que visitar la Torre del Palomar (Borj-e Kabutar), de donde se recoge el excremento de estas aves para su uso en la agricultura; la casa de hielo, donde se conservaba durante todo el año el fabricado en invierno; y la oficina de correos (Chaparkhané), con forma de pequeña fortaleza en la que se guardaban los caballos de refresco imprescindibles para prestar este servicio de comunicación durante siglos.

  • Castillo de Narín (Narin Qaleh). Se trata de un monumento preislámico construido en adobe y barro. En la cima de una colina, ofrece una completa vista del entorno y, en su interior, alberga una curiosa arquitectura de sótanos, fosos, torres de vigías y restos de murallas.

Qué ver en Kashan

A 250 kilómetros de Teherán y 220 de Isfahán, esta gran ciudad se ubica en la ladera de unas montañas extendiéndose hacia el desierto de Kashan. Fue una parada destacada en la Ruta de la Seda por sus objetos de cobre y, más tarde, de bronce. Hoy, ofrece un interesante paseo con uno de los caseríos mejor conservados en todo el país. Al paseante también le asaltan palacios, su imponente bazar, mezquitas y jardines, especialmente bellos aquí por la milagrosa riqueza acuífera. Pero sus dos grandes atractivos son:

  1. Mezquita Agha Bozorg. Compite por ser una de las más bellas y ricas del país. Ejemplo de simetría y equilibrio, destaca el gran pórtico que enmarca su fachada contruida a finales del siglo XVIII. Resulta especialmente curioso un gran patio enterrado, que solo es visible al acercarse al edificio principal.
  2. Jardín de Fin. Es uno de los nueve reconocidos como Patrimonio de la Humanidad bajo la denominación de jardín persa. Este bello oasis ofrece un remanso de paz al viajero y una agradable sombra entre árboles centenarios, lo que siempre sea agradece en estas latitudes del mundo.
  3. Abyaneh. A unos 88 kilómetros, unos 75 minutos en coche, se ubica este pueblo también Patrimonio de la Humanidad bajo el imponente monte Kjarkas Abiané, de 3.890 metros. Aquí viven apenas tres centenares de personas, que continúan vistiendo ropajes antiguos, de animados colores en el caso de las mujeres y anchos pantalones entre los hombres. Con sus 2.500 años de historia, ofrece una visión diferente de Irán con sus casas amontonadas unas sobre otras de un rojo muy característico.

Qué ver en Isfahán

El recorrido por estos 25 imprescindibles que visitar en Irán termina y culmina en una de las ciudades más bellas, conocida por su sobrenombre de ‘la mitad del cielo’. Isfahán permite viajar al antiguo Oriente, donde la leyenda convivía con la realidad entre palacios multicolores, se oían acentos de todas las regiones en sus caravasares y se olían exóticos perfumes en sus jardines.

Hoy Isfahán es una gran urbe de casi 2 millones de habitantes, pero en su modernidad, ha sabido conservar la belleza de su arquitectura persa para convertirse en una ciudad única.

  • Plaza de Naghsh-i Jahan o Meidan Emam. Estamos en el corazón de la ciudad. Sus dimensiones, belleza y patrimonio dejan claro que fue centro de poder. Se debe visitar la mezquita del Shah o del viernes y de Sheikh-Lotfollah (Jeque Lutfullah), así como algunos palacios espectaculares, como el de Ali Qapu y la entrada al Gran Bazar.
  • Puentes de Si-o-se Pol (1608) y de Khajou (1650). Los dos más célebres que cruzan el río Zayandeh rud (el que da la vida). Ambos están concebidos con dos niveles, el más bajo accesible cuando no hay agua en el río. El de Khajou tiene una estancia en el centro del puente donde el Shah podía contemplar el río. Hoy son lugares de reunión y diversión al atardecer.
  • Edificios civiles. Es, quizás, el patrimonio que convierte a Isfahán en único. La ciudad es rica en grandes edificaciones civiles, palacios como el impresionante de las 40 Columnas (siglo XVII), caravasares y antiguos depósitos de mercancías. Con mucho esfuerzo, Irán va poniendo en valor esta singular arquitectura para volver a recordar al viajero que quien conoce Isfahán ya ha visto la mitad del cielo.

Fotos: Rutas 10

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