Los viajeros más andarines tienen Islandia en su radar, y en él apuntadas en rojo las coordenadas de ‘las montañas de mil colores’. Landmannalaugar es, sin duda, el mejor trekking de Islandia: aquí tienes todas las pistas para no perderte ninguno de sus encantos.
Fuego y hielo. Cataratas y montañas de riolita multicolor (el equivalente volcánico al granito) son protagonistas en esta excursión hacia uno de los paisajes más singulares del planeta. Asumiendo el riesgo de ponernos grandilocuentes, debes tener claro que hablamos de uno de los más bellos paisajes que puedas caminar.
Dónde y cuándo visitar Landmannalaugar
Nuestro destino es el corazón del Parque Natural de Fjallabak, unos 470 km2 de paisaje geotérmico activo. Aquí se encuentra el macizo de Landmannalaugar, que forma parte de esta área central de la isla, ubicada al sur de las Tierras Altas de Islandia.
El volcán Hekla es el principal hito de la zona, que con sus 1.491 metros de altitud parece custodiar este paraíso con ferocidad, de hecho pasa por ser el más activo del país.
La pequeña localidad de Hella es un punto de partida tradicional para explorar esta región, aunque en Rutas 10 preferimos la más estratégica de Keflavík, por la comodidad que ofrece la distancia desde el aeropuerto de Keflavik hasta Reykjavik.
El segundo consejo es que en este desplazamiento por Islandia es especialmente importante trasladarse con un vehículo apropiado: un 4×4. Una recomendación que se debe respetar en toda la red de carreteras de montaña, señalizadas con una ‘F’ , de Fjall, montaña en islandés.
Por último, hay que recordar que la visita al parque solo está permitida en los meses de junio a septiembre.
Descubriendo Landmannalaugar
Es posible descubrir esta maravilla natural en una sola jornada de trekking por alguna de las rutas que aparecen perfectamente señalizadas. Sin embargo, nosotros proponemos un acercamiento más pausado que, aseguramos, merece la pena.
Os proponemos un viaje de 5 días por esta región sirviéndonos de los refugios y albergues del parque para pernoctar. Una experiencia diferente para el amante del senderismo con cierto entrenamiento.
Primera ruta: de las aguas termales del Landmannalaugar a Álftavatn
La primera de las tentaciones que ofrece el viaje a Landmannalaugar es el río termal que le bautiza. Aquí se hace imprescindible darse un baño.
En el camping de Brenninsteionsalda, junto al centro de información, hay unas instalaciones donde ponerse el bañador cómodamente para darse uno de esos chapuzones que no se olvida.
Desde aquí se ve una colada de lava, que marca el inicio de esta primera jornada de trekking. Arranca un recorrido de unos 12 kilómetros en el que es fácil ver la obsidiana, se trata de un mineraloide (no reúne las propiedades para calificarlo de mineral) que se conoce como cristal volcánico.
Fumarolas, colinas de riolita y nieves perpetuas van acompañando en esta caminata de unas cinco horas con un desnivel de +150 metros a -490 metros.
El punto fuerte es Álftavatn. Un espectáculo de montañas nevadas y arroyos provocados por el deshielo de los neveros. Desde algunos de los miradores se ve al fondo el manto verde que rodea al lago Alftavatn. Un refugio estratégico del parque, que sirve de descanso de esta primera jornada.
Segunda ruta: de Álftavatn a Emstrur
Hoy espera una caminata de 15 kilómetros con un desnivel de -40 metros. Aunque cueste abandonar un lugar como Álftavatn hay que calzarse las botas para adentrarse en el misterioso desierto de arena negra, de presencia ubicua durante toda la jornada.
Dejando a la izquierda el enorme glaciar Entujokull, en el camino nos acompañan montañas como Hatafell. Caminamos por tierras de elfos. La mitología islandesa es heredera de las incursiones vikingas desde Escandinavia, pero quizá por el aislamiento de Islandia, su tradición se mantiene especialmente viva.
Del abarrotado panteón escandinavo, solo los elfos, troles y enanos restan protagonismo al conocido Odín. Y el islandés mantiene viva una curiosa relación con estas criaturas mágicas, de hecho, según un estudio de la Universidad de Islandia, el 62% de la población sigue creyendo de alguna manera en ellos.
Así que intuyendo su presencia, transcurre la segunda jornada del mejor trekking de Islandia en un majestuoso cañón. A pocos minutos se ubica el refugio donde pasar la noche.
Tercera ruta: de Emstrur a Thorsmork
Dejando atrás las ondulantes colinas de Emstrur, el camino se encoge en un angosto puente. En el tercer día se aborda una marcha de 14 kilómetros con un desnivel de 150 metros a -300 metros.
El puente cruza el desfiladero del río Fremri-Emstrúa, paso obligado por no haber otra opción en muchos kilómetros. En este punto, las arenas del desierto comienzan a perder presencia en favor de una increíble paleta de verdes que caracterizan el valle de Thorsmork.
Es el bosque de Thor, protegido por dos glaciares, en el de Katja, se encuentra el enconado volcán de Eyjafjallajökull que, como sabemos desde 2010, es capaz de paralizar los vuelos europeos con sus densas erupciones.
Estamos en uno de los puntos más interesantes de todo el recorrido por Landmannalaugar. Los lugareños explican que está bendecido por un microclima, lo que le permite ser mucho más verde. Aquí también se aprecian las lenguas de los glaciares, y su deshielo hacia el río Markafljót explica que la naturaleza sea especialmente generosa.
Tras disfrutar del paraje, se toma un sendero que desciende hasta el refugio. En total, la jornada implica una caminata de seis a siete horas.
Cuarta ruta: de Thorsmork a Fimmvorduháls
Esta jornada es la más exigente al cubrir un desnivel de 1.000 metros. Como compensación, un recorrido de tan solo 10 kilómetros. Eso sí, puede que con nieve ¡incluso en agosto! Estamos también en una de las mejores zonas del país para disfrutar de las perseguidas auroras boreales.
Dejando atrás el valle de Thor. El camino discurre por un entrelazado de colinas y estrechos senderos, con los restos humeantes del Eyjafjallajökull más presentes que nunca. El objetivo es alcanzar el recóndito collado de Fimmvorduháls, donde se ubica el refugio tras unas 10 horas de marcha.
En la subida se enfrentan los glaciares Mýrdallsjokull y Eyjafjallajokull. La sorpresa es de color azul, el del Atlántico de fondo, que gracias a la altitud es posible ver desde aquí.
Quinta ruta: de Fimmvorduháls a Skógar
Estaba claro que tras la ascensión solo quedaba el descenso: 14 kilómetros con desnivel de -1.000 metros son los protagonistas de la quinta y última jornada del mejor trekking de Islandia.
Las 24 cascadas que el río Skógar escalona en el camino convierten el paseo en único. Disfrutando de pequeños saltos de agua y más de uno impresionante, como el que desde el acantilado salta al vacío 62 metros. Finalmente, se llega a Skógar en unas siete horas.
Esta acogedora villa islandesa pone punto final al recorrido. Merece la pena descubrir sus casas, algunas con la arquitectura tradicional de la zona y su agradable museo dedicado al folclore.
Un lugar que invita al descanso después de cinco jornadas de gran actividad descubriendo uno de los regalos de la naturaleza al planeta Tierra.
Fotos: Rutas 10 y Pixabay.