Menú

Qué ver en Sri Lanka

15 octubre, 2025

Durante siglos, comerciantes y aventureros se han sentido atraídos por sus costas bordeadas de palmeras, el aroma de sus especias, el brillo de sus piedras preciosas y la fuerza magnética de su naturaleza. Te invitamos a conocer qué ver en Sri Lanka y a dejarte envolver por este viaje a lo auténtico en una isla que es un refugio de tranquilidad.

Foto: Andromachos Dimitrokallis en Pixabay.

Viaje a Sri Lanka, belleza y diversidad

Situada justo sobre el ecuador, al sur de la India, y bañada por las aguas cálidas y turquesas del Océano Índico, Sria Lanka es pequeña en kilómetros, pero gigantesca en sorpresas. La que fue conocida durante la época colonial como Ceilán, es un mosaico de cultura, naturaleza y espiritualidad.

En apenas unas horas puedes pasar del bullicio tropical de su capital, Colombo, a los templos milenarios de Anuradhapura, de los campos de té de Nuwara Eliya a las murallas coloniales de Galle. Por nuestra experiencia, sabemos que en el ‘Paraíso Original’, como se describe a la isla, la calma no se busca, te encuentra.

Cuándo viajar a Sri Lanka

Su clima es tropical con temperaturas de 27 a 32 grados en la costa y de 17 a 20 grados en la zona montañosa, si bien se producen dos monzones ocasionales de baja intensidad. Su cordillera central actúa de pantalla divisoria, por lo que solo afectan a la costa noreste de noviembre a enero y a la costa suroeste de mayo a julio. Así, es un destino que se puede visitar durante todo el año.

Consejos prácticos antes de viajar a Sri Lanka

Antes de viajar a Sri Lanka, conviene que sepas algunas cuestiones prácticas:

  • Para entrar en el país es necesario un visado, que se puede obtener vía online o, si lo prefieres, también lo podemos gestionar desde Rutas 10.
  • La diferencia horaria con España es de tres horas y media en verano y una más en invierno.
  • Aunque la corriente eléctrica es de 220 voltios, es necesario un adaptador de corriente para enchufes tipo D/G.
  • La moneda nacional es la rupia y, aunque admiten las tarjetas de crédito, no sucede así en todos los establecimientos. Puedes llevar euros y cambiar a la moneda local en bancos y casas de cambio.
  • Para entrar en los lugares de culto hay que respetar el código de vestimenta.
  • Es una sociedad amable y hospitalaria, pero también es conservadora en sus hábitos: les incomodan las muestras de afecto en público.
  • Es preferible beber agua embotellada.
  • Siempre es útil llevar un botiquín de primeros auxilios en el que no olvides incluir repelente para insectos.
Foto: Antonio Araujo en Unsplash.

Cómo moverse por Sri Lanka

Aunque en la isla operan vuelos domésticos, el transporte terrestre es el más utilizado. Las opciones más populares son alquilar un coche con conductor, un taxi, trasporte público, como trenes y autobuses, y el tuk-tuk, omnipresente sobre todo en ciudades como Colombo.

  • El coche con conductor o un taxi son las opciones más cómodas y flexibles entre ciudades. Permite paradas, ahorra tiempo y su precio es razonable si viajas en pareja o en grupo.
  • El autobús y el tren son baratos y frecuentes, aunque con horarios variables. Aunque sí recomendamos realizar el legendario tramo entre Kandy y Nanu Oya. Es lento, pero con unas vistas panorámicas impresionantes.
  • Desde abril de 2025 los turistas pueden conducir estos vehículos si tienen un permiso de conducir internacional y una autorización de Sri Lanka.
Foto: Kavinda F en Pixabay.

Qué comer en Sri Lanka

Sería una pena que regresaras del país sin haber probado su variedad de platos exóticos, donde las especias, como no puede ser de otro modo en la zona asiática, dan un sabor singular a sus platos. Los alimentos típicos de su gastronomía son el arroz y el curry, que cocinan con tantas variantes que alguna llama la atención.

La más tradicional es el lamprais, donde se mezclan con verduras y carne o pescado, se envuelve en hoja de plátano y se cocina al horno. Muy populares son también los hoppers, crepes en forma de cuenco hechos con harina de arroz y leche de coco, que se rellenan con un huevo o fideos finos, incluso con dulces, o el kottu roti, una mezcla picante de pan, verduras y huevo picado. Y, por supuesto, en la mesa nunca falta el té de Ceilán.

Qué visitar en Sri Lanka

Ahora que conocemos un poco más el país, es el momento de presentar un itinerario completo y práctico para saber qué ver en Sri Lanka. Con nuestra guía podrás recorrer el país sin prisas, disfrutar de los trayectos y saborear la esencia de una isla que combina la serenidad budista con el color arrebatador del trópico.

Foto: Bestbauch en Pixabay.

Colombo, puerta de entrada a Sri Lanka

La capital mezcla lo antiguo y lo moderno, además de puerta de entrada al país. Torbellino de sonidos, tuk-tuks y aromas a curry, estos son sus imprescindibles:

  • Galle Face Green. Paseo marítimo donde los locales se reúnen al atardecer. Es la primera postal del Sri Lanka real.
  • Fort District. Antiguo barrio colonial británico, hoy corazón financiero de Colombo. Edificios victorianos, cafés art decó, el Old Parliament Building y el faro de Colombo, que vigila la costa.
  • Templo budista Gangaramaya. Uno de los más importantes, aunque no el más antiguo. Es el más ecléctico por su combinación de arquitectura budista y detalles modernos.
  • Te recomendamos cerrar el día con una cena en el restaurante Ministry of Crab. El local ocupa un antiguo edificio colonial y solo sirve cangrejos gigantes de laguna cocinados con mantequilla, chile o ajo. Es una de las mejores experiencias gastronómicas de Asia.
Foto: Rajitha Viduransi en Pixabay.

Anuradhapura, la Ciudad Sagrada

A tres horas y media de Colombo, fue la primera capital del reino cingalés y hoy es una de las ciudades más veneradas del budismo. Patrimonio de la Humanidad, para disfrutarla de verdad puedes recorrerla en bicicleta al amanecer. No te pierdas:

  • Sri Maha Bodhi. El árbol sagrado de Buda. Creció a partir de un esqueje del árbol original bajo el que Buda alcanzó la iluminación.
  • Ruwanwelisaya. Una imponente estupa construida en el siglo II a.C. A su alrededor cientos de fieles vestidos de blanco circundan la base murmurando plegarias.
  • Abhayagiri y Jetavanarama. Antiguos complejos monásticos donde las ruinas se juntan con la selva. Explóralos sin prisa y recuerda cubrir hombros y rodillas, así como quitarte los zapatos al entrar en los templos.
Foto: Thanuja Sandaruwan en Pixabay.

Polonnaruwa, los Budas de piedra

Está a unas dos horas desde la Cuidad Sagrada. La segunda gran capital antigua está mejor conservada. Se divide en zonas arqueológicas rodeadas de lagos y caminos de tierra, donde los monos son escoltas inevitables. Hay que explorar:

  • Vatadage. Este santuario circular es uno de los más hermosos del país y está guardado por cuatro Budas que miran a los puntos cardinales. Sus tallas son testimonio del arte cingalés medieval.
  • Gal Vihara. Aquí descansa la imagen más famosa de Polonnaruw: cuatro Budas gigantes tallados en una pared de roca. El más impresionante mide más de 14 metros y muestra al Buda recostado en el nirvana.
  • Palacio real y Baño de la reina. Dicen que el palacio tuvo más de mil habitaciones, pero ahora solo se conservan parte de sus muros y columnas. A pocos metros, se encuentra el estanque geométrico rodeado de jardines y árboles.
Foto: Samiru Sandeepa – Pexels.

Sigiriya y Dambulla, corazón del Triángulo Cultural

Esta zona guarda algunas de las maravillas arqueológicas más relevantes de lo que hay que ver en Sri Lanka y Sigiriya es su joya absoluta declarada Patrimonio de la Humanidad. Hay que visitar:

  • Sigiriya. Mejor a primera hora de la mañana, suele abrir sobre las 7 a.m. Es una fortaleza natural que se alza 200 metros sobre la jungla desafiando al cielo. Conocida como la Roca del León, por la gigantesca talla de sus garras que flanquean el inicio de las escaleras para alcanzar la cima. En la subida, descubrirás frescos del siglo V que representan a las Doncellas Celestiales. En lo alto, ruinas de antiguos palacios, estanques y vistas infinitas de la llanura verde. Recuerda llevar agua y protector solar.
  • Dambulla. A media hora, se encuentra el Templo de las Cuevas de esta ciudad, también Patrimonio de la Humanidad y conocido como el templo de las mil imágenes. Son cinco grutas decoradas con más de 150 estatuas doradas de Buda y techos decorados con escenas de las enseñanzas budistas.
Foto: Rowan Heuvel en Unsplash.

Kandy, respirar la espiritualidad

Entre tres y horas en coche desde Sigiriya. Es el corazón cultural de Sri Lanka. En la ciudad, rodeada de colinas verdes y envuelta en neblina, se respira la fe en cada esquina. Los imprescindibles son:

  • Templo del Diente de Buda. Situado junto al lago, guarda la reliquia más venerada del país. Tres veces al día se celebra una ceremonia con tambores, flores y cantos.
  • Lago de Kandy. Merece la pena dar un paseo al atardecer cuando las luces de los templos se reflejan en el agua. En las calles cercanas podrás disfrutar de mercados de especias, puestos de mango fresco y tiendas de gemas.
  • Jardines Botánicos de Peradeniya.  A cinco km del centro, son un oasis con más de 4.00 especies de plantas, orquídeas exóticas y avenidas de palmeras.
  • Si viajas en agosto, te recomendamos que no te pierdas el Festival Esala Perahera, un desfile nocturno con elefantes engalanados, bailarines y antorchas. Sin duda, la celebración budista más espectacular.
Foto: Juho S en Unsplash.

Nuwara Eliya, cuna del té

El desplazamiento desde Kandy hasta aquí en el tren panorámico es una experiencia que define el viaje. Durante alrededor de tres horas y media te sentirás invadido por la magia de los valles cubiertos de té, cascadas y aldeas flotando ente la niebla. Hay que reservar porque los asientos panorámicos vuelan.

Nuwara Eliya, apodada la Pequeña Inglaterra por ser el antiguo retiro de los colonos británicos, conserva casas victorianas, jardines de rosas y campos de golf entre las colinas. Hay que visitar:

  • Plantaciones y fábricas de té de Ceylán. Podrás ver el proceso de recolección, secado y tueste de las hojas, además de degustar una taza recién preparada.
  • Lover’s Leap Waterfall. Una pequeña caminata con vistas extraordinarias sobre los valles.
  • Gregory Lake. En el centro de la ciudad, es ideal para un paseo en barca o sentarse tranquilamente a observar la vida local.
  • Si dispones de tiempo, haz una excursión a Horton Plains para ver un acantilado de 800 metros que corta el aliento: World’s End.
Foto: Karuvadgraphy en Pixabay.

Galle, historia y mar

En la costa sur, Galle es un tesoro colonial muy bien conservado. Fue un importante puerto holandés y hoy un encantador rincón lleno de vida, arte y saber que hay que ver en Sri Lanka. No te pierdas:

  • Fuerte de Galle. Al atardecer las olas rompen contra la piedra y el faro se enciende lentamente. Dentro del recinto, calles adoquinadas, cafés con encanto, galerías de arte y tiendas de ropa local, te esperan. El ambiente relajado y bohemio te encantará.
  • Museo Nacional de Arqueología Marítima. Ubicado en un edificio histórico que albergó armamento y explosivos, ahora exhibe artefactos marinos, mapas, embarcaciones, cerámicas… recuperados de naufragios en estas costas. 
  • Playas. Si buscas tranquilidad en aguas turquesas y palmeras, Unawatuna es la mejor elección. Si prefieres avistar ballenas (de diciembre a abril) y ver el amanecer desde Coconut Tree Hill, la mejor es Mirissa. Y para los enamorados del surf, sin duda, Weligama.

El regreso a Colombo desde Galle puede hacerse por la autopista del sur en coche (unas dos horas) o en tren (una hora más). El tren costero es otra maravilla con vistas al Océano Índico. En el trayecto se puede hacer una parada en Bentota, con playas amplias y elegantes resorts, y en Hikkaduwa, famosa por sus corales y ambiente surfero.

Y como despedida de la isla, te recomendamos aprovechar las últimas horas dando un paseo por Colombo. En el Pettah Market, puedes comprar especias, té local y telas. También tomar un cóctel en el Galle Face Hotel, un clásico colonial frente al mar desde el que cerrar el viaje con una maravillosa puesta de sol.

Foto apertura: Dylan Shaw en Unsplash.

Deja un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *