Si viajas a Nueva York, pasear por Manhattan seguro que forma parte de tu lista de deseos. En este distrito encontrarás uno de los museos más famosos del mundo y al que cada año acuden cerca de tres millones de visitantes. En las salas del Museo de Arte Contemporáneo cuelgan las obras más icónicas del arte moderno pero en este santuario podrás disfrutar de otras muchas propuestas. Te contamos qué ver en el MoMA para que puedas preparar con antelación tu visita.
La última remodelación
A finales de octubre pasado, el Museo de Arte Contemporáneo, más conocido por MoMA, acrónimo de Museum of Modern Art, reabrió sus puertas tras unos meses de remodelación. El resultado, desde la perspectiva arquitectónica, ha sido espectacular. El nuevo hall conecta el espacio entre las calles 53 y 54, y la actual fachada de vidrio transparente permite vislumbrar lo que espera al poner el pie en su interior.
Mucho tiempo ha pasado desde que las filántropas estadounidenses Lillie P. Bliss, Mary Quinn Sullivan y Abby Aldrich Rockefeller unieron esfuerzos para abrir al público en 1929 un lugar en el que la gente pudiera entender, utilizar y disfrutar de las artes visuales de la modernidad.
Ahora, este santuario del arte impresionista y surrealista que para muchos es una de las mejores colecciones de obras maestras de estos estilos, ha ampliado su espacio en un 30%. Las nuevas galerías incorporan, entre otros, un Laboratorio de Creatividad con fines educativos para que el público pueda interactuar con el arte.
Qué ver en el MoMA
La entrada al museo no solo da acceso a numerosas piezas artísticas de gran valor, muchas de ellas obras maestras de las primeras vanguardias del siglo XX de Picasso, Dalí, Chagall, Kandinsky, Mondrian o Matisse. El MoMA también cuenta con un Jardín de Esculturas con obras de Rodin, Calder o Serrano, además de importantes colecciones de diseño gráfico, diseño industrial y fotografía. Y una sala de cine. Su interés por mostrar lo último en artes plásticas, se plasmó en 2012 al adquirir el código fuente de dos videojuegos estrella de los ochenta: Pac-Man y Tetris.
Si en tu visita a Nueva York quieres hacer un hueco para conocer este vivo e interesante museo, aquí tienes nuestra selección para saber qué ver en el MoMA. Es un lujo poder disfrutar entre sus paredes en directo de algunas de las piezas más emblemáticas del mundo del arte.
Y una advertencia, tras la remodelación prometen presentar una exposición en evolución constante, por lo que cada visita será una nueva experiencia. “Nuestras galerías de colección y exposiciones siempre están cambiando, por lo que a veces las obras de arte pueden no estar a la vista o las galerías seleccionadas pueden estar cerradas para su instalación”, aseguran en la institución.
Primera visita
En el caso de que sea tu primera visita, es aconsejable comenzar por explorar las galerías que acogen sus colecciones permanentes clásicas. La de 1880 a 1940 se encuentra en el piso 5, la de 1940 hasta 1970 en el piso 4 y la de 1970 hasta la actualidad en el piso 2. La curiosidad por descubrir la multitud de piezas que acoge el museo y la atracción irresistible que ejerce este templo del arte moderno harán que cada vez que vueles a la ciudad de los rascacielos busques el momento para pisar sus salas de nuevo.
Para evitar las colas es una buena opción comprar las entradas por internet en la propia web del museo. El precio, el día de publicación de este artículo, es de 25 dólares para adultos, 18 para mayores de 65 años y visitantes con discapacidad, 14 dólares para los estudiantes y gratis para menores de 16 años.
Abre todos los días de la semana entre las 10:30 y las 17:30, si bien los viernes y el primer jueves de cada mes se alarga el cierre de las instalaciones hasta las 9 de la noche. La entrada los viernes entre las 5:30 de la tarde y las 9 de la noche es gratuita para todos los visitantes. El New York Pass incluye la entrada al museo.
La segunda sede en NYC
El MoMA PS1 es la otra sede del museo, que en este caso se ubica en Queens. Desde el año 2000, aquí se expone exclusivamente arte contemporáneo. Abre de 12 de la mañana a 6 de la tarde y cierra los martes y miércoles. Las visitas solo se realizan en modalidad guiada cada 30 minutos y el coste de la entrada es 10 dólares y de 5 para mayores de 65 años y estudiantes. Los niños y los residentes de Nueva York entran gratis en la fecha de publicación del post.
Los imprescindibles del MoMA
Hay una serie de piezas en este museo por las que no te arrepentirás de reservar tiempo para su visita. Por supuesto, forman parte de las consideradas más populares del recinto y, entre ellas, varias son fruto del genio español. Esta es nuestra selección para que sepas qué ver en el MoMA.
– La noche estrellada (1887), Vicent Van Gogh
Está considerada la obra maestra del pintor postimpresionista. La realizó en el sanatorio de Saint Rémy De Provence, donde se recluyó trece meses antes de su muerte buscando alivio a sus enfermedades mentales.
– Las señoritas de Avignon (1907), Pablo Picasso
Inquietante es el efecto de la mirada de las cinco mujeres desde una multiplicidad de puntos de vista. El cuadro señala el inicio del Picasso cubista y es un referente en el desarrollo artístico del siglo pasado.
– La danza (1910), Henri Matisse
Hay dos versiones de esta obra. La del MoMA presenta colores más pálidos y fue realizada tras el declive del fauvismo. Representa cinco figuras femeninas desnudas que danzan agarradas de la mano sobre un fondo azul y verde. El cuadro marca el momento en que el autor adoptó un enfoque reduccionista de la pintura.
– Reflexiones de nubes en el estanque de los nenúfares (1920), Claude Monet
Las pinturas de nenúfares muestran su extraordinaria habilidad pintando al aire libre, así como su sensibilidad por el color y para captar la luz. Pintó estos jardines acuáticos hasta la obsesión y en esta pieza mostró no solo lo que estaba frente a sus ojos sino también sus sentimientos.
– Los amantes (1928), René Magritte
Pieza de referencia del surrealismo. Es el primer cuadro de una serie en la que aparecen besándose un hombre y una mujer con el rostro cubierto por un velo.
– Interior holandés I (1928), Joan Miró
Esta fue la primera obra de una serie que el artista español pintó durante su viaje por Holanda. Refleja su estilo particular y se aleja de los movimientos cubistas y expresionistas para explorar el inconsciente humano.
– La persistencia de la memoria (1931), Salvador Dalí
Los relojes derretidos mofándose del tiempo delatan inequívocamente al pintor de Cadaqués. La extrañeza que caracteriza a esta pintura la convierte en una de las mejores obras del mayor exponente del surrealismo.
– Autorretrato con pelo corto (1940), Frida Khalo
Esta obra de la artista mexicana refleja su personalidad rebelde y el desafío al estándar de belleza del momento cortándose el pelo. Lo pintó tras su divorcio de Diego Rivera representando el cambio que se produjo en su vida.
– Gas (1940), Edward Hopper
Plasmó la vida norteamericana tal como la percibía. Esta obra la realizó durante un periodo de depresión que sufrió tras una serie de operaciones quirúrgicas.
– Broadway Boogie Woogie (1943), Piet Mondrian
El autor holandés deja de lado el color negro en esta obra del periodo americano. Se enamoró de la música boogie woogie y la plasmó en su lienzo a través de bloques de color que crean sensación de ritmo vital.
– One: número 31 (1950), Jackson Pollock
Máximo exponente del expresionismo abstracto, el artista utiliza la técnica de arrojar la pintura sobre la tela pero en vez de hacerlo con violencia se decanta por el goteo o dripping, como en este cuadro.
– Rueda de bicicleta (1951), Marcel Duchamp
La famosa escultura Bicycle Wheel es el primer ejemplo de esta clase de obras de arte innovadoras.
– Lata de sopa Campbell’s (1962), Andy Warhol
Representa la obra más famosa de este pintor estadounidense que fue un provocador nato. Con estos dibujos del Pop Art explora la relación entre el arte y la cultura de masas. Es una obra en gran formato donde aplica la serigrafía para realizar la composición.
– Drowning Girl (1963), Roy Lichtenstein
Su rompedora Chica ahogada es una de las pinturas más representativas del arte pop. Es una de las primeras obras que representa a mujeres en situaciones trágicas.
Nuestra selección sobre qué ver en el MoMA representa solo la punta del iceberg de lo que se puede hacer en este palpitante centro de arte neoyorkino.
Foto apertura: Still Life 30 (1963), Tom Wesselmann. Realizada por Andrew Fecheyr – Flickr