Cómo elegir una maleta perfecta

Es la mejor amiga del viajero. Compañera infatigable, en el trayecto cuida de lo que necesitamos, y en el regreso protege todo lo que merece volver. Y no hablamos de mamá, hablamos de la maleta, un utensilio que aporta seguridad, confort y comodidad al viaje. Eso sí, siempre que viajemos con la adecuada. Para que seas uno de esos afortunados, te explicamos cómo elegir una maleta perfecta.

Tiempo y objetivo, las dos primeras recomendaciones

Resistente, ligera, con buen aprovechamiento del espacio, impermeable, fácil de transportar, con seguridad frente al robo pero fácil de abrir, y además bonita, y si es posible, singular. En pocas ocasiones nos ponemos tan exigentes como cuando compramos una maleta, de ahí que la primera recomendación sea dedicar tiempo. Solo así podremos elegir entre la gran oferta existente la que mejor relación calidad/precio nos ofrece en función del presupuesto.

Además conviene saber que no existe la maleta perfecta, existen muchas maletas perfectas según los objetivos de tu viaje, tu forma de viajar y tus condiciones físicas. A medida que avanza la edad del viajero conviene buscar equipajes más ligeros, por lo que el tamaño de la mejor maleta se reduce. Del mismo modo, si el viaje incluye un repetido cambio de alojamientos, conviene pensar en materiales más rígidos, que protegen mejor el interior que los semirrígidos o flexibles.

Y un último comentario en este preámbulo. El artículo lo centramos en las maletas de viaje tipo trolley porque, en experiencia de Rutas 10, es la más habitual una vez abandonado el ímpetu viajero de la juventud. Si eres un enamorado de la mochila, solo te pedimos un poco de paciencia, en breve daremos pistas en esta misma bitácora.

Las preguntas que te atormentan

Mentalizados de que vamos a hacer una compra reposada y fijados los objetivos principales de su uso, vamos a dar respuesta a esas preguntas clave para elegir una maleta perfecta.

¿Maleta rígida o semirrígida?

Si la preocupación responde a la resistencia de la propia maleta es un tema más irrelevante de lo que suponemos, según el análisis de maletas de la OCU. Para la Organización de Consumidores y Usuarios las carcasas rígidas y semirrígidas se comportan de forma parecida frente a golpes y caídas. Sin embargo la rígida tiene dos ventajas que conviene valorar: protege mejor lo que se lleva en el interior y es más resistente al agua aunque muy pocas son completamente estancas. Por el contrario, suele ser un poco más pesada, aunque cada vez la diferencia es menor. Por su parte, la maleta semirrígida al ser más flexible permite cargarla un poco más y es más habitual que tengan unos sistemas de extensiones que se pueden usar en caso de necesidad. Seguro que con esta información es más fácil elegir.

¿De qué tamaño compro la maleta?

Si eres viajero de fin de semana en avión, no lo dudes, una pequeña de cabina. Y con este ejemplo queremos decir que la elección depende del tiempo y la modalidad de viaje. Quizá lo mejor es que repasemos los tamaños estándar, información que debes tomar de modo orientativo ya que puede variar algún centímetro según las fuentes.

• Maletas pequeñas, de 55 a 56 cm. Son las que conocemos como de cabina y no es necesario facturar en el avión. Son perfectas para una semana aunque nunca permiten grandes alegrías por su modesta capacidad. La de 56 cm no está permitida en la cabina de todas las compañías.
• Maletas medianas, de 60 a 69 cm. Son las adecuadas para viajes y circuitos de una semana. Y si eres un viajero experimentado apta también para estancias más largas, sobre todo si cargas con ropa de verano.
• Maletas grandes, de 70 a 79 cm. Para estancias más largas o para ser utilizada por dos personas. Se deben cargar con moderación para no sobrepasar los 21 o 23 kg de peso máximo que muchas compañías controlan.
• Maletas extragrandes, de más de 80 cm. Maletas familiares, para el trotamundos solo es recomendable para cuando viaja en vehículo propio o para desplazamientos prolongados.

Si aún tienes dudas, debes tener en cuenta que lo ideal es que en la maleta quepan todos los enseres y ropa con cierta holgura. Si siempre que la llenas está a punto de reventar, vuelve a pensar si en verdad conviene cargar con todo. Y si no puedes renunciar a nada, valora utilizar una de mayor capacidad.

¿Cuál es el mejor material?

Es un tema del que dependen la resistencia, ligereza e impermeabilidad, tres de las principales exigencias hechas a la maleta. Al margen de no dejarnos seducir por los bonitos diseños textiles sin tratamiento de resistencia, poco prácticos cuando no se viaja del taxi al hotel, no es fácil dar una respuesta ya que en la actualidad hay muchos materiales de calidad que cubren las necesidades de un usuario medio.

Sí que conviene recordar que a mayor precio y reputación de la marca, mayor calidad en los materiales, ya que es una de las señas de identidad de los grandes fabricantes. Para quienes optan por carcasas rígidas pueden buscar en la composición el policarbonato, que según la OCU ofrece buenos resultados ya que “tiende a deformarse más que a romperse”, frente a grandes golpes. También es el más caro, ya que las grandes marcas lo prefieren al ABS (muy resistente al rayado) y el polipropileno (muy resistente pero más pesado). En las semirrígidas el poliéster es el más usado, pero hay de muy diferentes calidades, al igual que cuando son fabricadas en nylon.

¿Qué maletas se desplazan mejor?

Aquí la recomendación de la OCU es ponerla a prueba en la propia tienda como si estuviéramos circulando por cualquier urbe del mundo, lo que es más difícil hacer cuando se compra online. Sí debes recordar que los modelos de cuatro ruedas pivotantes son más cómodos que los de dos, ya que permiten desplazarlas en dos posiciones. También es importante saber si la marca vende repuestos de sus ruedas, ya que es una de las reparaciones más comunes.

El mango telescópico es el otro factor importante a la hora de mover la maleta. Hay que comprobar la facilidad para desplegarlo, y que ofrezca cierta flexibilidad en el manejo, ya que lo convierte en más resistente. También hay que señalar que si el mango es muy corto estorbará al caminar al chocar con las piernas.

¿Qué interior es el más adecuado?

Aquí hay una mayor libertad según tus preferencias. Además del mejor aprovechamiento del espacio, lo que normalmente se pide es que la ropa llegue en las mejores condiciones posibles, lo que dependerá mucho de tus habilidades al preparar la maleta pero también de la existencia de correajes o compartimentos para inmovilizarla. Uno de los problemas en las maletas de menor calidad es el encaje de una y otra parte cuando están llenas, síntoma de una deficiente manufactura.

¿Es importante la seguridad?

Aunque la posibilidad aumenta según el destino, en todos los aeropuertos del mundo se desvalijan algunas maletas. En muchos casos sirviéndose de un simple bolígrafo que se introduce en el dentado de las cremalleras, lo que puede evitarse si tu maleta tiene un sistema de doble cremallera. La seguridad es otra de las características en la que más se diferencian las maletas que incorporan avances como por ejemplo los cierres con cables de acero.

Pero más importante es disponer de un candado TSA, de obligado uso si se viaja a Estados Unidos o Canadá desde los atentados del 11S de 2001. Ten en cuenta que aunque no sea tu destino te conviene llevarlo aunque tan solo hagas escala. Son los únicos que pueden ser abiertos con unas llaves maestras de las que disponen los funcionarios de aduanas, que pueden romper cualquier otro mecanismo e incluso la maleta si lo consideran necesario por razones de seguridad. Atención porque dos de cada diez maletas son inspeccionadas.

Quizá antes de lo imaginas tu maleta seguirá tus pasos sin que tengas que tirar de ella, o –mejor aún– te permita desplazarte sentado sobre ella. Pero a la espera de que las maletas autónomas y robotizadas salgan a conquistar el mercado, no queda otra que seguir arrastrándola, así que esperamos que estas recomendaciones sobre cómo elegir una maleta te sean de utilidad. Feliz viaje.

Foto: Pixabay