¿Preparado para descubrir el último gran paraíso del Ártico? Glaciares milenarios que tallan el paisaje, auroras boreales que pintan el cielo y aldeas inuit que guardan la historia de su pueblo te esperan en esta isla donde la naturaleza habla en silencio. Si quieres saber qué ver en Groenlandia, te contamos todos los detalles para este viaje a la isla más deseada.

Un viaje al fin del mundo
En el extremo norte del planeta, donde se desdibujan los mapas y el hielo parece eterno, se encuentra Groenlandia, la isla más grande del mundo y uno de los destinos más sorprendentes para los viajeros que buscan autenticidad. Con una superficie superior a los dos millones de kilómetros cuadrados, pertenece geopolíticamente a Dinamarca, aunque su ritmo y su cultura laten al compás del Ártico.
Se puede decir que Groenlandia es una isla de contrastes. La mayor parte de su territorio, en torno al 80%, está cubierto por hielo, mientras que en sus costas se asientan comunidades que han aprendido a convivir con las fuerzas más extremas de la naturaleza. En la parte norte, la temperatura media no supera los 10ºC en ningún mes del año, sin embargo, en la zona sur, aunque los inviernos son largos y duros, los breves veranos son intensamente luminosos gracias al sol de medianoche. Sin duda, un momento ideal para viajar hasta el fin del mundo.
La naturaleza, gran protagonista
Cada estación transforma el paisaje en una postal diferente. Si quieres saber qué ver en Groenlandia te adelantamos algunos datos. Desde glaciares que se desmoronan en icebergs gigantescos, fiordos con aguas de un azul profundo, cielos pintados por las auroras boreales hasta crepúsculos interminables.

No cabe duda de que en Groenlandia la naturaleza es la gran protagonista. La fauna ártica convive con un silencio sobrecogedor que solo lo interrumpe el crujido del hielo o el canto de los pájaros marinos. Allí es posible avistar ballenas, focas y caribús, un espectáculo entre las múltiples maravillas que hay que ver en Groenlandia.
La sabiduría del pueblo inuit
Pero también hay vida humana. El pueblo inuit, originario de esta región, conserva sus tradiciones en medio de la modernidad y ha transmitido su sabiduría ancestral en la pesca, la caza y la vida comunitaria. Es fácil distinguir sus asentamientos a lo largo de la costa no solo por ser pintorescos, también por sus colores que parecen desafiar al blanco infinito del entorno.
Su cultura es rica en mitos, como el de Sedna, la diosa del mar. También es muy apreciado su arte tallado en hueso, pero si algo sobresale son sus cantos guturales y las danzas al son del tambor, que narran historias de la vida cotidiana. De hecho, forman parte del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por tratarse de una de las técnicas vocales más difíciles y únicas del mundo. Si tienes ocasión, no te lo pierdas.
Gastronomía, experiencia única
Como tampoco hay que dejar pasar la posibilidad de degustar alguno de los platos tradicionales de los inuit cuya base son los productos del mar. Eso sí, hay que dejar atrás prejuicios culinarios.
El suaasat es quizá el más reconfortante. Se trata de una sopa que se cocina con carne de foca, ballena, reno o aves marinas y se espesa con arroz, cebollas, patatas o agua de cebada. También el muktuk, piel de ballena con grasa, que se prepara empanada o frita. Después de la cena, tomar un café groenlandés es parte del ritual social y gastronómico local. No te arrepentirás de probar sus platos, es una experiencia única para conectar con la cultura y el modo de vida inuit.
Y una vez metidos en situación, es el momento de entrar en detalle sobre qué ver en Groenlandia.
Los 10 imprescindibles de Groenlandia
Como especialistas en viajes de aventura desde 1980, las regiones polares forman parte de nuestros programas más cuidados. Te invitamos a conocer algunas de las experiencias que proponemos.

1. Ilulissat y el fiordo helado de Kangia
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, este fiordo es una de las maravillas naturales más espectaculares del Ártico. Desde el glaciar Sermeq Kujalleq, uno de los más activos del hemisferio norte, enormes bloques de hielo se desprenden y flotan hacia el mar. Un paseo en barco al atardecer entre icebergs colosales es una aventura mágica.
2. Nuuk, la capital más septentrional del mundo
Pequeña, pero arrebatadora, Nuuk mezcla lo tradicional y lo contemporáneo. Sus museos, como el Museo Nacional de Groenlandia, muestran momias inuit y arte indígena. Además, ofrece acogedores cafés, arquitectura moderna y una vida cultural activa en pleno círculo polar.
3. Bahía de Disko
Ideal para avistar ballenas durante los meses de verano. Desde la localidad de Qeqertarsuaq, se puede explorar la isla Disko con sus montañas volcánicas y manantiales termales, en contraste con el paisaje helado circundante. También se pueden realizar excursiones en kayak entre icebergs.
4. Kangerlussuaq y la capa de hielo interior
Es uno de los pocos lugares desde donde es posible acceder a pie o en vehículo a la gigantesca capa de hielo que cubre el interior de Groenlandia. Esta excursión permite caminar sobre el hielo milenario y observar glaciares que se extienden hasta donde alcanza la vista.

5. Tasiilaq y el este salvaje
Este pequeño pueblo ubicado en la costa este se encuentra rodeado de picos escarpados y fiordos profundos. Aquí, la cultura inuit se vive con más intensidad y es un punto de partida idóneo para los amantes del trekking, para recorrer glaciares o simplemente disfrutar del silencio polar.
6. Uummannaq y su montaña corazón
Sin duda, un lugar de postal. Las casas de colores al pie de la montaña en forma de corazón en una bahía repleta de icebergs es una vista difícilmente olvidable. En verano, se pueden hacer excursiones en trineo de perros, visitar cuevas de hielo y yacimientos arqueológicos.

7. Narsaq y los valles verdes del sur
Es un must de lo que hay que ver en Groenlandia. Se trata de una de las zonas más fértiles del país con pastos, ovejas y restos vikingos. Aquí se pueden visitar ruinas nórdicas como la granja de Erik el Rojo, y explorar paisajes inusuales como verdes colinas salpicadas de flores.
8. Qaqortoq y la historia vikinga
En esta tranquila ciudad costera se respira un ambiente encantador que hará las delicias de los viajeros interesados en la historia nórdica. Encontrarán ruinas de iglesias vikingas y el asentamiento Hvalsey, que es uno de los mejor conservados de la época escandinava en el Ártico.

9. Auroras boreales en Kulusuk
En esta pequeña isla del este, lejos de cualquier contaminación lumínica, las auroras boreales bailan sobre el cielo durante los meses de invierno. Es uno de los lugares más accesibles para contemplar este extraordinario fenómeno atmosférico y para experimentar de forma directa la vida tradicional inuit.
10. Campamento de hielo Eqi
A 80 km al norte de Ilulissat, este campamento ofrece algo inolvidable: dormir en cabañas ecológicas frente a un glaciar activo. El sonido del hielo rompiéndose y cayendo al mar es el arrullo nocturno para los viajeros más aventureros.
Como ves, Groenlandia no es un destino cualquiera, es una experiencia que transforma. Aquí se descubre la inmensidad y se siente el silencio. Es un lugar en el que dejarse llevar por la cambiante luz del Ártico.
Foto apertura: Héctor John Periquin – Unsplash.