El imperio jemer dominó el sureste asiático entre los siglos IX y XV. Y Angkor es su mejor legado. Viajamos hasta Camboya, destino con innumerables atractivos, pero ninguno puede competir en belleza y sorpresa con uno de los parques arqueológicos más fascinantes del mundo. Te contamos qué ver en Angkor para que no te pierdas ninguno de sus ocho fundamentales.
Un tesoro recuperado
La voraz selva mantuvo oculta a esta ciudad monástica hasta el siglo XIX, si bien Angkor Wat, el más espectacular de sus templos hinduistas, nunca llegó a ser abandonado.
En Europa fue un franciscano y orientalista español quien dio la voz de alerta. En el siglo XVI Marcelo de Ribadeneira lo describió como “una gran ciudad en el reino de Camboya”, si bien advertía que solo quedaban ruinas. Pero se equivocó.
Hubo que esperar hasta que bajo el dominio francés, unas obras jemer expuestas durante la Exposición Universal de París de 1878 levantaran el interés sobre esta cultura, como ya ocurría en la época con otras orientales. La repentina atención destapó el velo del olvido para recuperar una de las creaciones más bellas del hombre. En 1992, la Unesco los declaró Patrimonio de la Humanidad.
Información práctica sobre Angkor
Dónde hay que ir
La anodina ciudad de Camboya que sirve de puente de operaciones es Siem Riep: desde aquí hay diferentes medios de transporte incluido autobús a los principales templos. Las omnipresentes motos, bicis y tuc-tuc camboyanas también son una buena idea para reconocer toda el área, cuya extensión es inabarcable a pie para la mayoría de viajeros.
Desde Siem Riep, el complejo principal de Angkor se ubica a unos seis kilómetros y, a partir de aquí, se diseminan el resto de templos, en ocasiones con bastante distancia entre sí, por lo que hay que proveerse de un medio de transporte.
El horario de apertura de las principales atracciones de Angkor es de 5:00 a 17:30, aunque algunas abren a las 7:30.
Cuánto cuesta
Las tarifas oficiales de 2021 son 37 dólares para la visita de un día, 62 dólares para tres días y 72 para siete días. Puedes actualizar la información en la web oficial.
Foto: Marie Wakefiel en Pixabay
Cuantos días necesitas para conocer Angkor
Depende de tu ritmo de viajero, los planes del recorrido y lo que te interese este tipo de parques arqueológicos, pero recuerda que estás en uno de los más grandes del mundo.
Para la planificación, también hay que tener en cuenta las temperaturas: abril, mayo y junio suelen ser los meses más calurosos, y aquí el calor aprieta. Por otro, lado, julio y septiembre son los más lluviosos, y en los meses de invierno las temperaturas son de 25º a 30º.
Consideradas esas variables:
- Un día: permite visitar Angkor Wat, el imprescindible, y hacerse una idea de lo que ofrece la zona eligiendo uno o dos templos más como mucho. Una opción para organizarse es visitar el templo de Bayon en primer lugar, luego disfrutar de Angkor Wat y ver atardecer en el cercano de Phnom Bakheng.
- Dos días: para muchos viajeros son suficientes, siempre que sean intensos y bien organizados. Conviene madrugar para aprovechar las primeras horas del día y regresar a Siem Riep no demasiado agotado para disfrutar del animado ambiente de viajeros en sus cafés.
- Tres o cuatro días: es la mejor opción para una mayoría de viajeros. Permite conocer la zona con cierta tranquilidad y continuar el viaje para disfrutar de los muchos encantos camboyanos.
- Más de cuatro días: es la elección de los trotamundos interesados en conocer la zona haciendo trekking y disfrutando de los templos menos visitados y otros atractivos, como el pueblo palafítico.
Los ocho imprescindibles: qué ver en Angkor
La planificación es madre de la satisfacción viajera, pero en lugares como Angkor es imprescindible por la enorme oferta de atractivos y la distancia que los separa. Aquí van las recomendaciones de Rutas 10 para saber qué ver en Angkor.
Foto: Engin Akyurt en Pixabay
1. El templo de Angkor Wat: icono mundial
Los camboyanos presumen de que durante el imperio jemer se construyó el mayor monumento religioso del mundo y, realmente, sus dimensiones impresionan. Estamos en el templo mejor conservado de la zona, la mayor atracción de Camboya (aparece en su bandera) y uno de los sitios más alucinantes del mundo.
Lo levantó el rey jemer Suryavarman en el siglo XII en la capital Yaśodharapura dedicándolo al dios hindú Visnú, si bien luego se transformó en budista. Su estructura básica se divide en dos partes, el templo-montaña y la galería posterior, y todas ellas generosamente decoradas. Una maravilla.
Foto: Sharon Ang en Pixabay.
2. El templo de Bayón: joya de arte jemer
Construido a finales del siglo XII o principios del XIII como templo estatal oficial del rey budista Mahayana Jayavarman VII, si bien a su muerte fue aún más agrandado y enriquecido. Se ubica en Angkor Thom, la ciudad amurallada del recinto.
Es muy reconocible por la multitud de caras sonrientes esculpidas en piedra de la terraza superior. Pero su joya del arte jemer son dos impresionantes conjuntos de bajorrelieves con escenas mitológicas de abigarrada factura. Le separa unos tres kilómetros de Angkor Wat y quizá sea el segundo de los templos a visitar.
3. El templo de Bakheng: al atardecer
Fue levantado a finales del siglo IX en lo alto de una colina. Hasta la llegada de Angkor más de dos siglos después, se cree que fue el templo principal de la capital.
Por su ubicación en la cima de la colina, en la actualidad es muy popular por ofrecer el atardecer más sugerente de toda la zona sobre la selva.
4. El templo Baphuon: otra joya en dentro de la muralla
Construido a mediados del siglo XI, es el arquetipo de templo de montaña de tres niveles. Se compone de cinco plantas con estructura piramidal de unos 25 metros de alto que representa la montaña mítica de Meru.
Por ubicarse en la zona fortificada de Angkor Thom, es menos popular que el impresionante de Bayon, a unos escasos cientos de metros, pero merece la pena ser visitado.
Foto: D Mz en Pixabay.
5. El templo de Banteay Srei: el santuario rosa
No te equivoques, aunque está alejado del núcleo principal de los templos, suele ser muy frecuentado por los turistas, ya que es considerado uno de los más especiales por su estado de conservación y la ubicación apartada de la que goza.
Es del siglo X y se le conoce como el templo rosado, aunque en realidad está construido con piedra arenisca roja, color que se aprecia más en la mañana. Disfrutar de este templo bien justifica la segunda noche en la zona.
6. El templo Preah Khan: el templo de la espada sagrada
Dicen que aquí llegaron a prestar servicio más de 100.000 funcionarios y sirvientes. Construido en el siglo XII, es un templo de diseño plano que va sumando galerías rectangulares alrededor del santuario budista. Estructura a la que se han ido sumando otros templos satélites.
Quizá por ser menos conocido o, quizá, por su enorme tamaño está menos restaurado. Esta circunstancia puede resultar muy favorable, ya que convive de forma muy especial con la espesura de la selva.
Foto: Graham Hobster para Pixabay.
7. Templo Ta Prohm: devorado por las raíces
Su mayor atractivo, y no es poco, es ver cómo las enormes raíces de los árboles abrazan estas estructuras centenarias. También gusta pensar que esta imagen pudiera ser similar a la que se encontraron los exploradores franceses a finales del siglo XIX y principios del XX cuando devolvieron a la vida este legado.
La imagen de arte y naturaleza es tan potente, que pocos viajeros se la quieren perder. Y de regalo, unas fotos inolvidables.
Foto: Rytas 10.
8. Pueblo palafítico
Como broche final de cualquiera de las jornadas por la zona, se puede ir en una barcaza para recorrer la crecida del lago hasta el pueblo palafítico de Kompong Phhuluk. Se trata de una población que hasta hace muy poco vivía principalmente de un modo muy tradicional de la pesca, un encanto que conserva.
Foto apertura: Rutas 10