Nos adentramos en el que, posiblemente, sea uno de los viajes más fascinantes del mundo: la milenaria ruta comercial que unió Asia con Europa permitiendo el intercambio de productos, pero también de ideas y culturas. Te invitamos a recorrer uno de sus principales legados en forma de ciudades y monumentos a su paso por China, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán. Hoy, se erigen como los lugares históricos de la Ruta de la Seda. ¿Nos acompañas?
Desde los mercados bulliciosos de Uzbekistán hasta las antiguas posadas de Kirguistán, la Ruta de la Seda ofrece una ventana fascinante a la historia y al intercambio cultural de épocas pasadas. Una verdadera joya para los amantes de la historia y la aventura. Así que prepárate para realizar un viaje en el tiempo. La Ruta de la Seda fue un puente de valioso conocimiento cultural y científico que, durante siglos, sirvió para intercambiar seda, especias, ideas filosóficas y religiosas a través de comerciantes, exploradores y peregrinos.
Como sabes, existen múltiples variantes de esta famosísima e inspiradora ruta. El recorrido que proponemos es uno de los menos conocidos y, por ello, tal vez el más interesante. Fuimos pioneros en España en acompañar a viajeros por estos lares, lo que nos ha ayudado a diseñar una experiencia vacacional inolvidable. Tanto, que algunos viajeros repiten cuando incorporamos novedades a este circuito inigualable.
Comenzamos el viaje para conocer los lugares históricos de la Ruta de la Seda en China, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, que son auténticos tesoros.
China. El comienzo de la gran aventura
Comenzamos el viaje en China, la cuna de la seda y el punto de partida de esta mítica ruta. Pero un viaje como este no puede excluir un lugar tan emblemático del país como es la Gran Muralla, a pesar de que no forma parte de la Ruta de la Seda. Esta impresionante fortificación marcaba el límite norte del Imperio Chino y protegía las rutas comerciales. Imagínate caminando por esta maravilla arquitectónica mientras contemplas los paisajes infinitos que la rodean.
Tampoco, la Ciudad Prohibida, ubicada en el corazón de Beijing, era el hogar de los emperadores Ming y Qing. Es toda una experiencia adentrarse en sus palacios y jardines para sentir la opulencia de la corte imperial.
Ahora sí, vamos con los lugares históricos de la Ruta de la Seda.
1. Xián
La Ruta de la Seda tiene muchos puntos de partida, pero uno de los más importantes es Xi’an. En esta ciudad china, que alguna vez fue la capital de la dinastía Tang no hay que perderse:
- La Gran Pagoda del Ganso Salvaje. Sitio impresionante en el que los antiguos monjes budistas guardaban los sutras traídos desde India.
- Los Guerreros de Terracota. Una colección increíble de más de 8.000 figuras de guerreros y caballos a tamaño natural que custodian la tumba del emperador Qin Shi Huang.
2. Tianshui
- Las cuevas de Maijishan. Es el cuarto complejo más grande de arte rupestre budista en China. Esta extraña colina circular contiene 194 grutas y cerca de 7.000 estatuas.
3. Lanzhou
- Las cuevas de Binglisi. Es uno de los complejos budistas más antiguos y una de las diez grutas más grandes de China. Destaca un buda sentado de 27 metros de altura con 1.200 años de antigüedad
4. Xiahé
- Monasterio de Labrang. Aquí reside la comunidad lamaísta más numerosa fuera de Tíbet nombrada a menudo como el “Pequeño Tíbet”. Es la casa de los monjes de Gelukpa, cuyo líder espiritual y símbolo más importante es el Dalai Lama.
5. Jiayuguan
- Fortaleza de Jiayuguan. Construida en el s. XIV bajo la dinastía Ming con la intención de mantener a los mongoles fuera de los límites de la Gran Muralla. La bella imagen de sus torres de entrada erigiéndose sobre el desierto es difícilmente inigualable.
6. Dunhuang
Continuando hacia el oeste, se llega a Dunhuang, una ciudad que parece sacada de una película de aventuras. Aquí, no puedes perderte:
- Las Cuevas de Mogao. Sus murales y estatuas budistas datan del siglo IV. Estas cuevas fueron como una gran biblioteca espiritual y artística para los viajeros de la Ruta de la Seda.
7. Kashgar
La enigmática ciudad de Kashgar, en la región de Xinjiang, ofrece un vistazo a la vida en el borde del desierto de Taklamakan. Son una maravilla:
- El bullicioso mercado dominical, que es un espectáculo en sí mismo.
- El Mausoleo de Abakh Khoja, un hermoso ejemplo de la arquitectura islámica.
Kirguistán. La puerta de Asia central
Al abandonar China, la Ruta de la Seda entra en Kirguistán a través del Torugart Pass. Un país de montañas majestuosas como las de Tian Shan, que eran un obstáculo natural que los viajeros de la Ruta de la Seda debían superar, y de verdes valles. Aquí, la vida nómada ha dejado una profunda huella en la cultura y el paisaje. Los lugares históricos de la Ruta de la Seda en este país son:
8. Tash Rabat
Antiguo caravansar del siglo XV. Este lugar, escondido en las montañas Tian Shan, es como un refugio del pasado. Servía como posada para los comerciantes y viajeros que cruzaban estas tierras inhóspitas. Su arquitectura de piedra está increíblemente bien conservada y es un testimonio del ingenio y la importancia estratégica de estos alojamientos para la seguridad y el bienestar de los viajeros. Caminar por sus pasillos es como viajar siglos atrás en el tiempo.
9. Lago Son Kul
Es el segundo en altura y extensión de Kirgyzstán. Rodeado de montañas, al finalizar la primavera se convierte en una inmensa pradera verde. Durante el verano, los nómadas de la región plantan sus yurtas convirtiéndola en un auténtico campamento de verano.
10. Torre Burana
Situada cerca de la antigua ciudad de Balasagun, es uno de los símbolos más reconocibles de Kirguistán. Construida en adobe en el siglo XI, sirvió como minarete y observatorio astronómico.
11. Petroglifos de Saimaaly-Tash
Estos antiguos grabados rupestres, encontrados en las montañas de Tien Shan, ofrecen una fascinante visión de la vida y creencias de los pueblos nómadas que habitaron la región.
Uzbekistán. Festival de arquitectura y cultura
Si eres un amante de la arquitectura y la historia, Uzbekistán es tu lugar. Se considera el corazón de la Ruta de la Seda, y sus ciudades históricas con una impresionante arquitectura son uno de los legados más sobresalientes de esta época dorada.
Aquí se encuentran tres lugares históricos de la Ruta de la Seda que componían el Triángulo de Oro de Asia central. Son las ciudades oasis que salpicaban el milenario recorrido.
La antigua Afrosiab, Samarcanda en nuestro tiempo, fue un punto clave para la unión entre China y Europa, así como un crisol de culturas del mundo entero. La llamada ciudad azul del desierto fascina por la maestría que derrocharon sus arquitectos en magníficos monumentos de dimensiones nunca vistas y ricas decoraciones en mayólicas y azules.
La ciudad natal de Avicena, Bukhara, que llegó a albergar más de 700 monumentos de referencia para los intelectuales de la época. Es uno de los ejemplos más completos de ciudad medieval.
La ciudad amurallada de Khiva ubicada en el desierto es una auténtica ciudad-museo. Caminando por sus calles es imposible no trasladarse a épocas pasadas.
12. Samarkanda
Esta joya de Asia central fue una parada obligatoria para los comerciantes y viajeros. No puedes perderte:
- La plaza del Registán. Símbolo de la ciudad, está incluida en la lista del Patrimonio Mundial. El conjunto de tres madrasas con fachadas decoradas con mosaicos de azulejos azules y turquesas te deslumbrará.
- Mezquita Bibi Khanum. Es uno de los lugares más impresionantes, que cautiva por sus fantásticas medidas, así como por sus poderosas y extraordinarias formas.
13. Bujará o Bukhara
Es otra joya uzbeka. La ciudad parece un museo al aire libre, con más de 140 monumentos históricos que se alzan en un laberinto de callejuelas estrechas. Entre ellos:
- Complejo Poi Kalon. Su imponente minarete es el corazón espiritual de la ciudad.
- Plaza Lyabi Hauz. Su nombre significa “al borde del agua” en alusión al estanque que contemplan absortos sus visitantes bajo la sombra de sus moreras. A su alrededor están las madrasas Kukeldash (el tallado en madera de su puerta es una obra maestra) y Nadir Devan Begui. También el jonako Nadir Devan Begui, que se construyó en el siglo XVII como casa para los derviches.
- Los bazares cubiertos, como Taqui-Telpak Furushon, con sus tejedores de alfombras y las típicas gorras de astracán o el Taqui-Zargaron, donde disfrutar de la joyería uzbeka.
14. Khiva
Esta ciudad oasis, perfectamente conservada, transporta a los visitantes a otra época. La ciudad se compone de dos partes diferenciadas, la fortaleza Ichan Kala o antigua ciudadela, rodeada de una gran muralla de ladrillos y adobe, que es patrimonio de la Humanidad, y Dichan Kala fuera de las murallas. No hay que perderse:
- Minarete Islam Khodja. Con más de 55 metros es el más alto de Jiva además de su edificación más emblemática. Su silueta destaca sobre la madrasa a la que da servicio.
- Minarete Kolta Minor. La singular torre turquesa se ha convertido en una de las imágenes más reconocibles de la ciudad.
- Palacio Tash Khauli. Consta de tres partes principales: el harén, la mekhomonkhona o local para las recepciones y fiestas del Khan) y las arzkhonas, que son los locales administrativos oficiales.
Turkmenistán. Los secretos del desierto
Un país menos conocido, pero igualmente fascinante. Con sus vastos desiertos, fue un desafío para los viajeros de la Ruta de la Seda. Sin embargo, también fue una región rica en recursos naturales y con algunos de los lugares históricos de la Ruta de la Seda.
15. Merv
Es una de las ciudades más antiguas de Asia central y, en su apogeo, fue una de las ciudades más grandes del mundo. Hoy, sus ruinas ofrecen una idea de su esplendor pasado.
- Gran y Pequeño Kyz Kala, con sus murallas redondeadas
- Mausoleo del Sultán Sanjar, del siglo XII, que destaca por su impresionante arquitectura.
16. Nisa
Antigua capital del Imperio Parto, este sitio arqueológico es un testimonio del poder y la sofisticación de una civilización que floreció en la misma época que el Imperio Romano. Los restos de sus fortalezas y palacios son fascinantes y permiten imaginar cómo era la vida en aquel entonces.
17. Kunya Urgench
Lugar lleno de misterio y belleza, esta antigua ciudad está situada cerca del río Amu Darya y fue un importante centro de la Ruta de la Seda. No hay que perderse dos ejemplos de la arquitectura islámica, con sus detalles ornamentales y sus alturas vertiginosas:
- Minarete de Kutlug Timur
- Mausoleo de Turabek Khanum
Sin duda, la Ruta de la Seda es una experiencia única que permite sumergirse en la historia y la cultura de algunas de las civilizaciones más fascinantes del mundo. Desde las festivas calles de Kashgar hasta las tranquilas ruinas de Merv, cada lugar tiene su propia historia que contar. Así que, si te estás planeando una gran aventura, considera seguir los pasos de los antiguos comerciantes y viajeros a lo largo de los lugares históricos de la Ruta de la Seda. ¡Será un viaje que nunca olvidarás!
Foto apertura: AXP-Photography